Hoy, domingo 24 de abril de 2022, el venerable padre Gregorio Fioravanti, Fundador, está en el centro de nuestras oraciones por él y por el futuro de la Congregación que él ha sostenido con gran determinación y valentía.
En la casa provincial hay fiesta y un pequeño grupo de Laicos Asociados se une a las hermanas de la comunidad para celebrar al venerable padre Gregorio. Una celebración realizada con sencillez, pero con gran fervor y participación de todos.
¡Las lecturas bíblicas de este domingo de la Divina Misericordia son particularmente adecuadas a la circunstancia!
La primera lectura nos presenta la fuerza que nos viene de la fe. El salmo responsorial nos recuerda a todos que Cristo, la piedra descartada por los constructores, se ha convertido en la piedra angular que sostiene a la Iglesia. El texto del Apocalipsis insiste en la confianza que debemos tener en el Señor, así como el Señor pone confianza en nosotros. El Evangelio de san Juan nos recuerda que el Espíritu Santo al enviarnos en misión nos da su Paz que es la única duradera; Jesús nunca deja de aliviar nuestros sufrimientos y curar nuestras heridas. (experiencia de santo Tomás).
Estoy convencida de que el padre Gregorio, en el arduo empeño que tuvo que llevar adelante, recurría incesantemente a la Sagrada Escritura, en ella y en la oración ferviente encontraba la fuerza necesaria, la confianza y la perseverancia.
La celebración termina con el rezo comunitario de la oración al padre Gregorio; todos pedimos que interceda por nosotros ante el Padre celestial.
Con profunda gratitud recibimos la imagen con la reliquia del padre Gregorio y la oración que nos sostendrá con vista a su beatificación.
Al final, como verdaderos franciscanos, no podía faltar ciertamente un refresco convival, momento oportuno de compartir y de alegría fraterna. Todo esto contribuye a sentirnos cada vez más parte viva de la gran familia de las Religiosas Franciscanas Misioneras del Sagrado Corazón.
A Dios toda alabanza y gloria.
Claire Nogaret responsable de los Laicos Asociados