Con ocasión de los 150 años de presencia misionera en Oriente Medio, de los 30 años de la apertura de la misión en Rakovski en Bulgaria y de los 200 años del nacimiento del Venerable Padre Gregorio Fioravanti, El 23 de julio se celebró como día de gratitud al Señor por las maravillas obradas por nosotros y por muchas de nuestras hermanas que nos han precedido.

Muchos niños, jóvenes, familias y los diversos grupos con los que las hermanas trabajan en las parroquias, participaron en la preparación jubilar. La fiesta comenzó con la solemne celebración eucarística en la que participaron las autoridades eclesiásticas y civiles, muchos bienhechores, amigos y fieles de las parroquias en las que las hermanas prestan servicio. Estaban presentes la Superiora Provincial, Sor Antonia Piripitsi con su Consejo, Sor Bernarda Álvarez, maestra de las junioras de Roma y Sor Miriam Oyarzo con un grupo de jóvenes de Turquía.

En la procesión de apertura, 24 niños y jóvenes llevaron al altar las velas encendidas, símbolo de las misiones donde las Hermanas Franciscanas Misioneras del Sagrado Corazón llevan la llama del Evangelio, seguido de otros 24 jóvenes con las banderas de las misiones donde está presente la Congregación. Después de esta variedad de jóvenes, siguieron a las Hermanas y Sacerdotes de las diócesis de Bulgaria. La Santa Misa fue presidida por el recién elegido Obispo Auxiliar Mons. Rumanos Stanev junto con el Presidente de la Conferencia Episcopal en Bulgaria Mons. Hristo Proykov. El recién llegado Nuncio Apostólico Su Exc.za Mons. Luciano Suriani, junto con su secretario, con su participación expresó la presencia papal en medio del pueblo de Dios.

En su reflexión, el joven obispo Mons. Ruman Stanev, sobrina de Sor Claudine Staneva, agradeció varias veces la valiosa presencia, el ejemplo y la actividad de las hermanas Franciscanas en Bulgaria. Recordó los hechos históricos de la Providencia de Dios, a través de los cuales pasó el padre Gregorio Fioravanti, y luego la presencia de la Congregación desde hace 150 años en Oriente Medio y desde hace 30 años en Rakovski en Bulgaria. Los colores amarillo - blanco que embellecían la Iglesia con la frescura de rostros, flores, decoraciones y escenografías nos recordaron el pasado lleno de gratitud, el presente alegre y el futuro lleno de esperanza. Todo esto ha sido compartido en los discursos de agradecimiento por parte de las Autoridades Eclesiásticas y por Sor Antonia Piripitsi, Superiora Provincial.

La segunda parte de la fiesta tuvo lugar en el centro cultural de la ciudad. Con un PowerPoint se presentó la historia de la Congregación, la Provincia Oriental y los comienzos de la misión en Bulgaria antes del régimen comunista con el regreso a Rakovski y Gitnitza. Las fotos históricas han hecho volver a la memoria de todos los presentes a las hermanas misioneras que han trabajado por la Iglesia en Bulgaria y con gran dedicación y amor evangélico al pueblo sin distinción alguna. Innumerables expresiones de conmoción y suspiros han resonado en la sala del teatro. Luego siguieron varias danzas y canciones folclóricas con la belleza de los trajes típicos de Tracia. El grupo de personas discapacitadas presentó de manera original un baile con sillas de ruedas, momento muy conmovedor para todos. Después de la fiesta, nos dirigimos al patio de la parroquia donde tuvo lugar el ágape fraternal. Aquí hemos podido parar con los seres queridos, con los huéspedes, los parroquianos y muchas familias y jóvenes que han sido acompañados y educados por las religiosas durante estos años de misión y servicio apostólico. ¡Una iglesia rica en frutos buenos, frutos abundantes!

Así, bajo el signo de la alegría franciscana, hemos celebrado este hermoso día por el cual decimos nuestra gracias al Señor. En esta tierra búlgara somos una pequeña partícula de la Congregación que sigue el ejemplo de tantos mártires que han derramado su sangre por un futuro glorioso. Gracias, Señor por los 30 años de presencia activa y dedicada en Bulgaria. ¡Gracias a todos los que nos han acompañado en la preparación y celebración festiva de este memorable acontecimiento! ¡Maravillosos son los rasgos de la Providencia! ¡Maravillosa es esta misión!